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El regreso de Saturno (2017)

 

Saturno tarda aproximadamente 29 años y medio en dar una vuelta alrededor del Sol. Este álbum de 10 canciones recorre todo un ciclo de aprendizajes y profundiza en la naturaleza de las relaciones humanas. A tavés de sus canciones podremos experimentar el amor desde la perspectiva del crecimiento y el desarrollo personal, la resiliencia, la neurosis creativa y la superación de los miedos que nos impiden alcanzar aquello que anhelamos.

​

​

A quien lo cantare

 

Negociando mariposas,

disolviendo las costuras

que amedrentan las neuronas

que me anudan.

​

Renovando cromosomas,

perfilando la estructura

de esta invicta caracola

que ha invadido la impostura.

​

Retrasando los atajos,

instruyendo electrolitos

que liberen los abrazos

retenidos.

​

Cultivando el desparpajo,

generalizando el frío,

resguardando los contratos

que permitan más desvíos.

​

Cuanto más consumo más vomito.

Cuanto más te miro más te invito

 

a recorrer

el lado oscuro de la realidad que vemos,

el sentido de olvidar que no debemos

 

volver

a marcharnos donde nadie nos espera.

¡Ojalá que sobrevivan las trincheras!

​

Y vencer al temor de vivir demasiado.

Aprender del error no parece complicado.

Y escuchar una vez y otra vez y otra y otra

que la vida es lo que quieras creer.

​

Y vencer al temor de vivir demasiado.

Aprender del error no parece complicado.

Y escuchar una vez y otra vez y otra y otra

que la vida es lo que quieras hacer

con tu derrota.

​

 

Astrolabio

 

Que no lo entiendo

aunque lo entienda.

Ya no comprendo

el mundo a mi manera.

 

Que no me enciendo

si no me incendias.

Ya no pretendo

arder en las estrellas.

 

Que ya no puedo eludir

el rumbo de un caracol

que va directo hacia ti.

Que ya no tengo el control

de este fusil.

Que voy directa al paredón.

 

Que no lo entiendo

aunque lo entienda.

Ya no comprendo

el mundo a mi manera.

​

Que no me enciendo

si no me incendias.

Ya no pretendo

arder en las estrellas.

 

Que ya no puedo fingir

que tengo hueco el colchón.

Errante llevo el matiz,

equidistante la voz

a su raíl.

Que voy directa a su estación.

 

Que no lo entiendo

aunque lo entienda.

Ya no comprendo

el mundo a mi manera.

 

Que no me enciendo

si no me incendias.

Ya no pretendo

arder en las estrellas.
 

​

Primaveras de delirio

 

En mi mente se dibujan

las ficciones del pasado.

Los recuerdos inconclusos

de finales inventados.

 

Y es que estoy tan inocentemente

anclada a la deriva

que sostengo mi presente

envasando la monotonía.

 

Y es que por cada camino

que ya no recorreré

quedan huellas y testigos

escondidos en mi piel.

 

Y es que soy tan evidentemente

esclava de mis sueños

que persigo mi inconsciente

girando sobre sus destellos.

 

Y puedo ver el sol

cubriendo de luz

las vidas que no tendré.

 

Y puedo sentir el calor

de los besos que no he conocido.

Y puedo sentir el olor

de tantas primaveras de delirio.

 

Todo un universo cabe

dentro de este humilde cráneo.

Cómo vaciar el aire

que jamás fue respirado.

 

Y es que voy inevitablemente

ardiendo en fantasías

que protejan del relente

mi llanto estéril,

mi corazón travieso.

​

​

Canciones para domesticar

 

En mi refugio hay un juglar de trapo

que cobra vida cuando me distraigo.

Nunca lo alcanzo a comprender.

Solo me dejo llevar.

​

Y busco en el cajón de los cubiertos

un arrecife de canciones

para domesticar los miedos.

Domesticar los miedos.

​

En mi refugio hay un volcán esclavo

de la impaciente ambigüedad del llanto.

Nunca lo puedo contener.

Solo me dejo impulsar.

​​

Y busco en el armario las polillas

que confeccionen las canciones

para domesticar sonrisas.

Domesticar sonrisas.

​

Y busco en el azar el mecanismo

que seleccione las canciones

para domesticar instintos.

Domesticar instintos.

 

​

Recorrerte

 

Sigilosa,

me desplazo por tu espacio

impregnando con acordes

tu energía.

 

Religiosa

vive mi actitud si acaba

mi debilidad volcada

en enjambres de ti.

 

Recorrerte y conectar galaxias

con mi boca.

Deshacerme y prolongar la estancia

en tu aroma.

 

Peligrosa,

me atrinchero con el alba

persiguiendo los afectos

fugitivos.

 

Deliciosa,

tu profundidad me aliena

y la gravedad nos lleva

a perdernos.

 

Recorrerte y conectar galaxias

con mi boca.

Deshacerme y prolongar la estancia

en tu aroma.

 

Recorrerte,

conectar,

deshacerme

y prolongar.

 

Recorrerte y conectar galaxias

con mi boca.

Deshacerme y prolongar la estancia

en tu aroma.

Marionetas

 

Esta vez no quiero errores,

mi estrategia va a ser mejor.

Esta vez no habrá repercusiones.

​

Compondré nuevas versiones,

viviré mi vida a traición,

abandonaré mis convicciones.

​

Me arrodillaré ante el abismo

y me dejaré llevar.

​

¡Pero cómo evitar naufragar

si al hundirme rocé el paraíso!

Somos marionetas que vienen y van.

¡Ojalá se te enreden mis hilos!

​

Esta vez no quiero fallos,

minimizaré los tal vez,

fortaleceré mi pericardio.

​

Instrumentaré arrebatos,

configuraré mi vejez

en el barracón de los fracasos.

​​​

Me arrodillaré ante el abismo

y me dejaré llevar.

 

¡Pero cómo evitar naufragar

si al hundirme rocé el paraíso!

Somos marionetas que vienen y van.

¡Ojalá se te enreden mis hilos!

​

Caminando por el aire,

navegando en el desierto.

No conservo el embalaje

por si acaso me arrepiento.

Provocando tempestades

en las células que incendias.

Voy haciendo alunizajes de emergencia.

​

¡Pero cómo evitar naufragar

si al hundirme rocé el paraíso!

Somos marionetas que vienen y van.

¡Ojalá desenredes mis hilos!

​

​

Superviviente

​

No hay nada más bonito que sufrir

y ser superviviente de tus guerras.

 

Mirando el oleaje

comprendí la belleza

de haber sido el saco de sus golpes,

porque golpe a golpe he llegado aquí.

 

Gritando a pleno pulmón

hundí mi lluvia en tu fuego.

Eclipse de una explosión

robada de tu cielo.

 

Soñando a medio pulmón

busqué las trampas del juego.

Brillante fue el apagón

quemándose en tu cielo.

​

No hay nada más bonito que vivir

muriendo cada noche que te abrazo.

 

Subida en el escenario

fui partícipe del milagro

de haber sido el saco de sus golpes,

porque golpe a golpe he llegado a ti.

 

Gritando a pleno pulmón

hundí mi lluvia en tu fuego.

Eclipse de una explosión

robada de tu cielo.

 

Soñando a medio pulmón

busqué las trampas del juego.

Brillante fue el apagón

quemándose en tu cielo.

​

​

Un mundo extraño

​

Quiero empaparte las pupilas

con el rocío de mis besos.

Quiero adaptar mi geometría

a las aristas de tus sueños.

 

Recuerdo el edredón de estrellas

que nos cubría aquel diciembre

y cómo ahogabas mis barreras.

 

Con tu risa de duende errante

solo derribaste lo sobrante.

En mis nubes solo tú cabes.

En el horizonte de un mundo infame.

 

Quiero perderme en el matiz

y deshacerme en tu saliva.

Quiero ser barro en la raíz

de los nutrientes de tu risa.

 

Recuerdo el batallón de estrellas

que defendía aquel diciembre

y cómo ahogabas mis certezas.

 

Con tu risa de duende errante

solo derribaste lo sobrante.

En mis nubes solo tú cabes.

En el horizonte de un mundo infame.

 

En mis nubes un sol te guardo.

Somos horizonte en un mundo extraño.

 

Quise empaparte las pupilas

con el rocío de mis besos.

Quise adaptar mi geometría

a las aristas de tus sueños.

​

​

Broto y fluyo

​

Broto y fluyo.

Quiero arder

en capullos

por mi piel.

​

Y cambiar el rumbo

cada vez que me ves.

Y cambiar de mundo

sin caer en la red.

​

Y no vuelvas a mirar atrás.

Corre y sálvate.

Que la vida sigue y si no estás

te lo vas a perder.

​

Y bailar al ritmo del vaivén,

mover las manos con los pies.

Las golondrinas cuelgan bajo.

Hacía un frío del carajo.

​​

Buclelele soy

y al Nirvana voy.

Yo viajo montada en una nube

llena de colores que relucen.

​

Y bailar al ritmo del vaivén,

mover las manos con los pies.

Las golondrinas cuelgan bajo.

Hacía frío.

​

Bailar al ritmo del vaivén,

mover las manos con los pies.

Las golondrinas cuelgan bajo.

Hacía un frío del carajo.

​

​

Zona de confort

 

No me atrevo a preguntar

a mi inconsciente,

no puedo confesar

que tiembla mi sólida ficción

sedienta de giros del guión.

 

Sé que puse a deshojar

mi mente para ver

la parte del total que impide

a mi corazón volar.

 

Terremotos en mis piernas,

aguaceros de metal.

Los cerrojos se rebelan,

bombardean libertad.

Es hora de sacar

la náusea del pulmón

y reventar de golpe mi zona,

mi zona de confort.

 

Ya no hay forma de escapar,

se agranda el tragaluz

que inunda mi desván

tan lleno de sueños por abrir.

¡Qué miedo! ¡Son todos para mí!

​​​

Es la hora de soltar

amarras y partir

directa a conquistar

la magia que solo ocurre allí.

 

Terremotos en mis piernas,

aguaceros de metal.

Los cerrojos se rebelan,

bombardean libertad.

Es hora de sacar

la náusea del pulmón

y reventar de golpe mi zona,

 

Terremotos en mis piernas,

aguaceros de metal.

Los cerrojos se rebelan,

bombardean libertad.

Es hora de sacar

la náusea del pulmón

y reventar de golpe mi zona,

mi zona de confort.

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